07.03.2010 Buscando a la Gaviota de Bonaparte
Hoy regresé de nuevo a la playa de Montijo con la intención de observar de nuevo a la pequeña gaviota de Bonaparte Larus philadelphia, allí coincidí con Fernando, Manolo, Mario, Paco y Ricardo que desde Sevilla se desplazaron para intentar disfrutar de su observación.
Desde las 9 y media de la mañana y hasta casi las 2 de la tarde, seis telescopios barrían una y otra vez las orillas, en particular, donde se agrupaban las gaviotas que cambiaban de posición ante la presencia de paseantes y molestias de perros.
No hubo suerte con la gaviota "yanki", tampoco con la cana, pero las cuatro horas dieron para mantener conversaciones sobre las aves que observábamos, intercambiar impresiones sobre fotografía, contar experiencias con la especie, en fin hablar sobre todo de pájaros.
La jornada estuvo amenizada por las mismas especies acuáticas y marinas ya comentadas en la entrada de ayer a las que se sumaron cormorán grande Phalacrocorax carbo, correlimos gordo calidris canutus, archibebe claro Tringa nebularia, ostrero euroasiático Haematopus ostralegus, chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus, zarapito trinador Numenius phaeopus, gaviota de audouin Larus audouinni, charrán patinegro Sterna sandvicensis e incluso un paiño boreal o de Leach Oceanodroma leucorhoa observado volando sobre las espectaculares olas generadas en la desembocadura del río Guadalquivir.
Destacó la observación de casi un centenar de gaviotas cabecinegras Larus melanocephalus donde se podían apreciar los diversos plumajes y edades. Algunas de ellas, como las de las fotos, lucían ya su librea nupcial.
Se localizaron cinco aves marcadas con anillas de color pero la distancia impedía su correcta lectura. Fueron una anilla blanca, tres verdes y una roja.
Las limícolas se mostraban más activas iniciada la bajada de la marea. El "desayuno" les esperaba bajo la piedras y conchas o escondido bajo la arena húmeda.
A media mañana se encapotó el día y seguidamente la lluvia hizo acto de presencia. Frente a nosotros se posó una preciosa gaviota picofina con un fuerte tinte rosáceo en su plumaje nupcial.
Tras el posterior almuerzo en una venta cercana, regresamos a probar de nuevo suerte pero no la hubo. Habrá más intentos en días posteriores, seguro.
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