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21.2.19

16/02/2019 Correlimos oscuros


Tras el fiasco de no localizar los correlimos oscuros Calidris maritima en la Punta de San García en Algeciras la semana pasada, me animé a intenatrlo en la Caleta de Cádiz la mañana del sábado 16 de febrero. Los correlimos oscuros son aves invernantes irregulares y escasas en el sur peninsular por lo que su visita es anhelada todos los años en las localidades costeras por los observadores de aves. Tenía de mi parte el que días antes, el miércoles 13, Manuel Jiménez alertara de tres aves durmiendo junto a los vuelvepiedras en uno de los muros del Castillo de San Sebastián durante la pleamar.




Dos de estas aves fueron localizadas el 18 de diciembre de 2018 por Antonio Toledo, mientras que Emilio Muñoz, conocedor de la cita, fotografió una de ellas, cuatro días después, el 22 de diciembre de 2018.




Si vas a pajarear a la costa siempre es bueno saber el estado de la marea y, en esta ocasión, con más motivos al tener poco margen de observación estando el Castillo en obras, sin poder acceder. Leí que la pleamar era a las 12:30 más o menos, así que llegar sobre las 9 de la mañana me daría margen para tener rocas aún emergidas donde vuelvepiedras, chorlitejos grandes y los, deseados, correlimos oscuros podrían estar aún comiendo antes de disponerse a sestear en las paredes del Castillo de San Sebastián.


El día empezó bien. Recorrer, desesperado, un sábado a primera hora la Alameda Apodaca, el Paseo de Carlos III, la Avda. Dr. Gómez Ulla buscando un hueco donde aparcar a izquierda o derecha y encontralo en la Calle Campo de las balas metros antes de entrar en el Parking Santa Catalina no tiene precio.




Bajé a la playa de la Caleta por una de sus rampas, no sin antes hacer una parada mientras un paisano daba de comer a las palomas y, por ende y sin querer, a las gaviotas "caleteras"; todas ellas patiamarillas y sombrías con ausencias de aves anilladas.



Tomé el Paseo Fernándo Quiñones, la marea aún permitía tener a la vista zonas rocosas emergidas donde se alimentaban vuelvepiedras y chorlitejos grandes. Hacía paradas tras unos metros para cotejar bien las aves, tanto las más cercanas como las más lejanas e intentar dar con los correlimos oscuros. Conforme iba avanzando la marea en su ascenso iba reduciendo las zonas visbles de rocas y los grupos de vuelvepiedras comenzaban a volar hacia las proximidades del Castillo. Aprovechaba también para divisar el mar abierto y localizar aves marinas en una mañana con el mar picado por las rachas de viento que iban in crescendo. Págalos grandes, un págalo parásito y varios alcatraces atlánticos se dejaron ver a buenas distancias.






Traspasado el mareógrafo y alcanzado el último tramo del paseo tomé la escalerilla dispuesta a la izquierda del mismo para acceder a la plataforma rocosa no muy amplia pero a buena altura que permite que la marea la cubra en sus postrimerías y poder así alargar la observación de las aves. Fue desde aquí cuando localicé al trío de correlimos oscuros. No estaban muy lejos. Adaptados a desenvolverse en rocas de fuertes rompientes no les suponía esfuerzo alguno el jugar con las idas y venidas de las olas en su afan por seguir alimentándose.



Mientras, yo, procuraba montar el equipo de observación bajo para evitar males mayores, a la vez que
bajaba el punto de mira para mejorar la perspectiva de las fotografías. Dieron mucho juego los correlimos tanto para digiscoping como para la fotografía convencional con la Bridge sin apenas moverme del sitio. Incluso, algunos vuelvepiedras, se mostraron "celosos" y se pasearon a mis pies buscando su protagonismo.


Poco a poco los vuelvepiedras, algo más de 150, iban terminando de ocupar el tramo de muro del Castillo que les sirve de refugio mientras descansan o duermen sobre los salientes de sus sillares erosionados. Los correlimos oscuros en último lugar, algo indecisos, y de uno en uno fueron emprendiendo el vuelo para acomodarse en la parte baja del grupo de vuelvepiedras no muy alejados entre si.


Ya ubicados vuelvepiedras y correlimos pudieron verlos Chema Lubián, Chari Braza y Javier Salcedo que llegaron minutos después.

3 comentarios:

Conry dijo...

Buena observación de los correlimos oscuros y curiosa foto de tantos vuelvepiedras en el muro. Saludos!

Arte sin fronteras por la paz dijo...

Hola Rafael Garcia … He visto tu fotos en Ebird, son fantásticas.

Además quiero comentarte que estoy organizando una exposición de aves en la Universidad Surcolombiana en la ciudad de Neiva Colombia, tal vez quieras participar, no tiene costo, solo enviar dos archivos para hacer la impresión. Se te darán los créditos de autor.

Mi correo es c3s4rrincon@gmail.com

Arte sin fronteras por la paz dijo...

Hola Rafael Garcia … He visto tu fotos en Ebird, son fantásticas.

Además quiero comentarte que estoy organizando una exposición de aves en la Universidad Surcolombiana en la ciudad de Neiva Colombia, tal vez quieras participar, no tiene costo, solo enviar dos archivos para hacer la impresión. Se te darán los créditos de autor.

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