Segunda salida pelágica de la temporada en aguas del Golfo de Cádiz. La primera la realicé un mes antes, el 26 de julio, con BIRDING THE STRAIT. El resumen de esa jornada lo podéis ver en:
Pelagic Birding Trip in Andalucia – July 2020
La salida pelágica que nos ocupa estaba prevista para el 15 de agosto. Las previsiones de vientos moderados de Noroeste obligaron a posponerla para el sábado siguiente. Sin embargo los vientos persistían y opté por buscar una ventana propicia entre semana. Pepe, el patrón de la embarcación, consultó los pronósticos y acertádamente nos propuso salir el miércoles 26 de agosto.
Días antes procedimos José Manuel Franco y yo, a preparar el Chum para intentar atraer a gaviotas, págalos, pardelas y paíños. Restos de limpieza de pescado de pescadería y lonja, triturado y/o cortado en pequeños trozos fue congelado en varios botes hasta el día de la salida.
La mañana del miércoles 26 tras desayunar unos en la cantina y preparar el material otros en el Puerto de Rota, iniciamos el embarque a las 8 de la mañana en el Chipiona Charter que ya calentaba motores para zarpar.
Este año, las circunstacias acaecidas por el estado de pandemia a causa del COVID-19 obligaban a reducir el número de personas a bordo a ocho más el patrón. El uso de mascarilla fue de obligado cumplimiento, salvo en el momento de tomar bebidas y alimentos, lo que ocurrió ya durante el regreso.
Chema Lubián, Chari Braza, Manuel Jiménez, Miguel Quintana (Padre e hijo), Pim Edelar, José Manuel Franco y yo, Rafa García, fuimos quienes componíamos el grupo.
Se trataba de la primera salida que realizabamos en día laborable y con ello con presencia de pesqueros en el área de las diferentes flotas de los puertos cercanos (Chipiona, Rota, Sanlúcar, El Puerto de Santa María, Cádiz...) Esperábamos así que localizarlos mar adentro podría ayudarnos a descubrir las posibles concentraciones de aves marinas.
A las 8:10 horas, ya nos aproximábamos a cruzar por la bocana del puerto rumbo ONO, pues a unas 20 millas estaban faenando la mayoría de pesqueros. La amplitud de cubierta del Chipiona Charter favorece la facilidad de movimientos y distribuidos por toda ella podíamos otear y alertar de la presencia de las aves. De todas formas una dificultad añadida fue que las alertas, como consecuencia de llevar mascarilla, había que cantarlas más alto de lo debido o hacerlas pasar de uno a otro para que todos nos enterásemos, aún así hubo especies que a unos u otros se nos escaparon, algunas de gran calibre.
Las primeras aves observadas fueron gaviota reidora y charrán patinegro. Respecto a los charranes, media hora antes se pudieron observar bandos mixtos de charranes comunes y patinegros cruzando la villa de Rota procedentes de su dormidero habitual en la Salina de la Tapa.
Dos vuelvepiedras, a pesar de su paso veloz y cercano al barco, pudieron ser identificados sin dificultad.
Varias pardelas baleares permanecían sedimentadas en el agua. Una vez su distancia de seguridad se veía comprometida iniciaban raudas el vuelo.
A la media hora de navegación, la primera sorpresa, una pardela sombría solitaria algo lejana que, sin embargo, dejaba ver bien sus infracoberteras alares plateadas en cada batido. Y seguidamente un págalo grande que alguno no vimos.
Poco después se alertó un barco pesquero, de regreso a puerto, con una nube de gaviotas en su estela. Decidimos que Pepe cambiara rumbo para aproximarnos y tener posibilidades de identificar mejor las especies presentes. Conforme nos íbamos acercándo, junto a las gaviotas patiamarillas y sombrías, ya vislumbrábamos pardelas baleares volando a ras de agua y algunas posadas en la misma estela, entre ellas una pardela capirotada.
Hicimos un intento con un chum parea probar suerte que no hubo, así que lo volvimos a rescatar y proseguir rumbo ONO.
A partir de entonces con el goteo de las nuevas observaciones íbamos sumando nuevas especies. Alcatraces atlánticos, charranes comunes y patinegros, gaviota de Audouin, incluso un par de garzas reales y un grupito de vencejos pálidos.
Tuvieron que pasar dos horas y media para que pudiéramos observar y fotografiar dos págalos parásitos que nos pasarón por babor.
El segundo de ellos algo más cerca. Gracias a que le pudimos hacer fotos, en la edición de las mismas, pudimos comprobar, ya en casa y a última hora de la tarde, que uno de ellos sorprendentemente cuadraba con un págalo rabero como así lo confirmaron Dani López y Ricardo Hevia cuando compartimos las fotos.
Junto con la observación del pasado año, esta es la segunda cita, en las salidas pelágicas que venimos organizando con Chipiona Charter. Una especie divagante considerada rareza local por sus escasas observaciones frente a la costa y en aguas andaluzas.
Estábamos en aguas profundas y divisamos varias balsas de aves sedimentadas. Pusimos rumbo a ellas teniendo Pepe como referencia dos pesqueros que faenaban en el horizonte.
Llegados a la zona de aves observamos que la mayoría eran pardelas cenicientas.
Pero en buen número se podían identificar gratamente pardelas capirotadas.
Localizamos posada también una nueva pardela sombría que se dejó muy bien fotografiar.
Procedimos a tirar chum para intentar atraer paíños. El exiguo número de gaviotas no hizo caso del atrayente y que decir de las pardelas, ni se inmutaron. Las que no estaban saciadas se afanaban en pescar peces agujas o lanzones en superficie y al mismo tiempo evitar que las jóvenes gaviotas, patiamarillas y sombrias, se las robasen de sus picos.
Pardelas cenicientas canarias
Pardelas cenicientas mediterráneas
La superficie del agua con la ausencia de vientos estaba tranquila, como un plato se suele decir, ideal para la detección, observación y disfrute de paíños, pero no fue el caso. Y pocas eran las observaciones de pardelas cenicientas que nos permitiensen diferenciar las pardelas cenicientas canarias de las mediterráneas.
Alcatraz atlántico
Págalo pomarino
Amenizaron las observaciones los avistamientos de alcatraces, un págalo pomarino aparecido posado entre las pardelas que inició el vuelo para que quedase gratamente documentado.
De regreso, por estribor a cierta distancia, descubrimos como un trío de delfines mulares nadaban emregiendo para respirar. La figura de una silueta más pequeña intuía que podría ser un clan familiar con un individuo joven.
En un momento, llegó la confusión. ¡¡ Paíño, Pez volador a las 9 !! ¡¡ Patos a las seis, por popa!! La mayoría disfrutaron, al final, con un precioso pez volador. Mientras, yo intentaba fotografiar los patos que en principio di por azulones cuando viendo las fotos pude distinguir sus destacados espejuelos blancos típicos de ánades frisos.
Poco después, navegando y sin chum, gritaron por proa ¡¡ Paíño, paíño a la una !! Un ave rauda, con vuelo directo pasó de estribor a babor lejos y sin posibilidades de definir la especie. Al menos un paíño sp de obispillo blanco al que no se pudo fotografiar.
Minutos después, alertan de otro paíño. También por proa y en acctitud de estar alimentándose. Unos minutos de observación para verles sus infracoberteras alares blancas y sus cortas patas para poder ponerle nombre, paíño europeo. Esta vez si lo disfrutamos y fotografiamos.
En las cercanías del puerto de Chipiona algunas observaciones de charranes patinegros y comunes. Entrando a puerto una gaviota cabecinegra y un charrancito en vuelo. En los pantaleanes gaviotas sombrías y patiamarillas.
Resumen de especies/número aves:
Salida pelágica desde Rota ago. 26, 2020 8:11 a. m. Con Desplazamiento 85,91 km / 46,38 mn 428 minutos 6 Ánade friso 1 Vencejo pálido 3 Vencejo común/pálido 2 Vuelvepiedras común 2 Págalo grande 2 Págalo pomarino 3 Págalo parásito 1 Gaviota cabecinegra 1 Gaviota de Audouin - Gaviota patiamarilla - Gaviota sombría 1 Charrancito común 27 Charrán común 8 Charrán patinegro 1 Paíño europeo 1 Paíño sp. (obispillo blanco) 718 Pardela cenicienta 42 Pardela capirotada -- Fotos 2 Pardela sombría -- Fotos 97 Pardela balear 23 Alcatraz atlántico 2 Garza real Número de taxas: 22
Durante el trayecto hubo tiempo para fotos de grupos y completar un video resumen de la salida.
3 comentarios:
Muchas gracias por el reportaje. Muy ameno de leer, nos llevas a los momentos felices de las observaciones. Buen trabajo
Ahí queda otra salida pelágica con todos sus frutos. No son salidas nada científicas pero nos acercan a la vida alada más alla de las aguas que alcanza nuestra vista desde costa. No solo se trata de buscar nuevas especies sino disfrutar también de las habituales a escasos metros de la embarcación. Fotografiarlas y editar las fotos en casa, aclarar dudas en el grupo durante y a posteriori es seguir aprendiendo y mantener viva la experiencia.
Saludos y nos vemos en otra
Muy buen reportaje. Gracias por el curre Rafa.
La verdad es que cada salida es muy gratificante, el sumergirse en el mundo de las aves marinas, aunque sea unas pocas de horas, hace que aprendemos un poco más de ellas. Sigamos pues a deleitarnos de ellas.
Saludos al personal.
JMF
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